Te veo: eres el asesino que se luce detrás del cristal. No tengo armas para defenderme. Tampoco encuentro forma de huir de esa sensación que me aprisiona. Has entrado en mis pensamientos, dominas los sensores que doblegan mis impulsos. Tienes mi necesidad y mi no necesidad. Tienes lo que el demiurgo creó para ti. Yo tengo la esperanza de ser libre.
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